En el momento ése en que uno (el director) es personal, que deja de cuidarse simulando cuidar a los demás, aparece el actor más creador, el que oye a un director, porque está oyendo también a la persona que lo sostiene. Lo ve actuar de director, y sabe que ser un actor que ensaya y un director que dirige son dos simulaciones complementarias y provisorias. Y que por placentera que resulte, es una relación que se dirige a otra situación, donde cambiará todo, y que lo mejor que se puede conservar en el futuro es la confianza."
A. Ure
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